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miércoles, 22 de enero de 2014

Momentos, sensaciones.

En la vida en general, ya no solo como Au Pair, te puedes encontrar con muchas emociones que sentirás que no te corresponde vivir; pero aun así, las vivirás.

Que el niño te llame mamá, que te pregunte a ti en vez de a ella si puede comerse una galleta, que vaya a tu habitación a decirte que tiene hambre en tu tiempo libre...
Tienes que saber llevar lo mejor posible esas emociones, y dejar bien claro cual es tu lugar, no solo a los niños, sino también a ti misma. Yo cada día siento a los niños más mios, y no lo son.

La verdad es que yo no tengo muchos problemas de celos, pero hay que tener mucho cuidado, sobretodo con las familias primerizas. Las madres no saben lo que es en realidad dejar a un niño, tanto tiempo, con otra persona no conocida. Es decir, un bebe, por ejemplo, no se encariña excesivamente de las personas que lo cuidan, si son varias personas, pero si se lo dejas a una misma persona entre 8 a 10 horas diarias, como es lógico, el bebe sentirá afecto por esa persona.
Esto mismo le ocurre a la au pair en cuestión. Se siente un poco madre de los niños que cuida, se preocupa ya no solo de como van vestidos o si están resfriados, sino también por cómo le ha ido el colegio, que ha hablado con sus compis en el recreo y quién ha iniciado la pelea. Y una madre que no entienda eso (y aunque no sea en persona, ultimamente estoy conociendo bastante casos), puede empezar a suponer un problema. Primero porque te puede cerrar el grifo con las salidas, coche (los celos son muy peligrosos)... Segundo porque empieza a interferir en tu trabajo diario (permitiendo que los niños no te respeten, por ejemplo) y Tercero, porque te hace dudar, dejas de saber cómo actuar para que no se sienta dolida.

Yo para evitar esto, tomé una política muy muy clara. Siempre le pregunto a la madre. SIEMPRE.
Le mando mensajes mientras trabaja, en plan: -el bebe duerme, o -se ha despertado, le doy el biberón, recogemos a su hermano del cole y le doy la cena.

Son afirmaciones, pero ella sabe que el poder de decisión, que la última palabra, es suya. Con solo mandarme un mensaje diciendome: -No Ana, ... yo voy a acatar lo que diga.

Esto a mi me ha ayudado mucho. También es verdad que yo tengo un bebe, y no es lo mismo que con un niño más mayor con algo de poder de decisión, donde no tienes que llevar tanto control o tanto cuidado.

Pero hablando de las emociones que le surgen a la Au pair. En este mes, he vivido cosas que en realidad le corresponden a un padre/madre. Por ser como soy, algunas las he grabado/fotografiado para que los padres lo viesen. Pero no es lo mismo.

He sido la primera en darme cuenta de que al bebe le salian nuevos dientes y detectar cuales eran. He sido la primera en verlo gatear, subir las escaleras, abrazar a la perra... La primera a la que a perseguido. Y eso son cosas que debe de sentir un padre.

Siempre que siento que el niño me demuestra cariño delante de sus padres, le quito importancia o lo pongo a hacer otras cosas para que el familiar presente no se sienta aislado de la escena. Pero hoy he visto a alguien que también cuida al bebe, y le da cariño, igual que yo (y no es uno de sus padres). Elsa no se ha escondido y ha demostrado su lado maternal.

He sido espectadora de como Elsa, la perra, sin saber cambiar un pañal intentaba, a su manera, limpiar al bebe.
Después de cambiarlo, lo he vuelto a dejar en el suelo, y la perra le ha chupado las mano, la cara (lógicamente la he detenido) y lo ha rodeado con su cuerpo para que si perdia la estabilidad no se cayese.

Ha dejado que el bebe le abriera la boca, le tirase del rabo, las orejas, le aplastase la nariz.. No ha gruñido, no ha llorado... Solo lo miraba, supongo que con la misma cara de tonta enamorada con la que lo miro yo...


Y esto me hace recordar lo importantes que son los animales, el cariño infinito que son capaces de darnos y lo mucho que añoro a mi Javi. Porque con mis familiares y amigos puedo hablar por tlf, mandar whatsapps o hacer skype, pero Javi no habla el mismo idioma que yo, aunque si que me entiende perfectamente.

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